La representante de la Universidad de Valparaíso en la red expone cuáles han sido los avances en el trabajo coordinado de las Universidades del Estado en esta temática.
La calidad de vida abarca muchas áreas, no solo el bienestar físico, emocional y de salud mental, sino también una buena convivencia con el entorno, es decir, relaciones sanas. Este ha sido uno de los desafíos de la Red de Calidad de Vida del Proyecto Ethos Identitario, llegar a consensos respecto de qué se entiende cuando hablamos de esta temática para así definir líneas de acción, tal como lo explica en esta entrevista Pierina Penna, la representante de la Universidad de Valparaíso.
¿Cuáles son las principales reflexiones que hacen desde la red respecto de los alcances de la calidad de vida?
Hemos estado trabajando en varios conceptos y ha implicado una reflexión de todos los profesionales que formamos parte de los servicios de apoyo, que acompañamos a los y las estudiantes quienes nos hemos detenido en cómo vamos a visualizar y definir la calidad de vida.
Para nosotros reflexionar sobre las dimensiones que abarca la calidad de vida ha sido una tarea bastante grande, porque dentro de la misma hemos definido todo lo que tiene que ver con el ámbito de la salud, en el bienestar físico, emocional y lo que tiene que ver con la lógica social del proceso que viven los y las estudiantes, y lo que tiene que ver con los vínculos, el bienestar social del estudiante y su medio.
¿Cuál es la importancia de relevar este tema en toda la comunidad universitaria?
Quienes estamos convocados acá vemos y trabajamos orientados al bienestar estudiantil, pero al hablar de calidad de vida esto debiese trascender ese concepto y extrapolarlo a las otras dimensiones de la comunidad universitaria, los académicos y académicas, funcionarios y administrativos, esto permite que podamos generar un avance y orientar el quehacer hacia una política institucional en esta área. La calidad de vida tiene que ser algo que pueda hacerle sentido a todos los miembros de la comunidad universitaria.
¿De qué manera el trabajo en salud mental contribuye a tener una mejor calidad de vida?
Cuando hablamos de salud mental hablamos del cuidado, del bienestar de cada uno. Salud mental es parte de este gran paraguas de bienestar y de calidad de vida, entonces, si tenemos una política de trabajo, programas establecidos, protocolos, conocimientos como comunidad de cómo se implementan los dispositivos de acompañamiento, entonces vamos a tener una comunidad que no va a tener problemas para relacionarse entre sí. Hoy nuestros principales problemas en el ámbito de relaciones, es el desconocimiento que se tiene de una parte y otra, hemos tenido grandes problemas en la convivencia. La salud mental forma parte de la calidad de vida y son objetivos que tributan a lo mismo, a cómo se mejoran los espacios.
¿Uno de los ejes que trabaja la red este 2024 es el diseño de un observatorio de salud mental, cuál es el rol que a su juicio debería tener esta entidad?
A lo mejor este observatorio debiese permitir relacionarnos con los establecimientos de educación media, entregar algunas pautas, socializar nuestros protocolos a partir de la detección temprana para que estos temas se pudiesen abordar de mejor manera en la educación superior y que quienes vengan con problemas de base tengan la continuidad de sus tratamientos. Sería pertinente que, a partir del observatorio y de las prácticas comunes que tenemos, se pudiese dar una bajada y tener un producto que se comparta en enseñanza media y para que los temas lleguen mejor abordados.