"Es en este contexto que es imprescindible volver a definir, resignificar y re-orientar la formación para la ciudadanía en los diferentes niveles del sistema educativo y concebida como una temática transversal para la sociedad chilena en su conjunto. La relevancia de este esfuerzo no parece menor, especialmente si consideramos que el sostenimiento de dicha concepción de ciudadanía incorpora a actores y actoras que no estaban contemplados hasta ahora en dicha concepción en su versión más tradicional –asociada principalmente con una ciudadanía restringida, históricamente masculina, vinculada al ritual periódico de las elecciones y legitimadora de un sistema político que -al menos dentro del periodo denominado transición-, ha dejado en evidencia sus limitaciones y vacíos."